
Las cosas nacen a raíz de necesidades y esta que nos paso, no es la excepción.
Quizá en algún momento me rendí, al igual que tú, pero la necesidad nos une una vez más.
Ya no hay tiempo para lamentarse. Quiero decir que tal vez si ahora nos equivocamos, realmente será muy tarde. Y esto espero que nunca suceda, por que te necesito.
Tuve mucho miedo, hasta la última hora del día. Creo que si no hubieras estado hubiese muerto como la noche lo hace cada día.
Muchas veces no te dije cuanto te amo, pero la verdad, es que te amo, cómo jamás lo imagine, como jamás lo sentí.
Tú llegaste con el canto de un ave una fría mañana de invierno, donde las personas no podían escucharte y solo yo lo pude hacer, convirtiéndome así en tu cómplice más fiel, y más honesto.
Avecita de invierno me gustas tanto…
En algún momento me costo tanto decirlo, no que te quiero, sino que te amo. Que solo se volar contigo.
Me haz hecho tu cómplice inseparable. Mi ser se transformo en ti y a la vez se transforma en una tercera persona que amamos los dos y que escondimos celosamente entre nuestros corazones.
Te amo tanto y siento que el rio de lagrimas derramada aquella vez me limpio el corazón y se llevo lo viejo y lo malo. Ahora solo queda esperar a que crezca una nueva flor que sufrirá un cambio con el tiempo y llegara a ser un árbol sólido y milenario como la vida en la naturaleza de la cual somos parte.
Ahora mi fiel compañera de sueños solo queda cerrar los ojos y caer hacia lo mas profundo de nuestros sueños eternos, donde yo te haré la protagonista, donde yo seré mas que el todo para ti y tu serás mas que el infinito para mí.
Te amo ya lo sabes bien, los errores del pasado nos enseñan a disfrutar lo bueno del presente.
Te amo, como tú ya lo sabes, te amo como tú quieras, te amo como un niño que aprende y aprendió a amar. De esta manera te amo, como un loco que sueña despertar cada mañana, verte volar entre la lluvia de invierno y entre mis manos cada día.
(rescatado del baúl de los recuerdos.)
("Te amo entre la lluvia")