La poesia nace del sufrimiento, del dolor, de la decepcion, del perjurio y de la lujuria. Nace de la pesuña del prejuicio, del engaño, del maltrato, de la traicion y el desamor. La poesia nace de la pobreza, de la trizteza desamparada y del vacio de los genios. Ella nace de la lagrima de los dementes y en la pena de los bohemios.
El dolor es una amante cruel, que nos hace sentir jovenes y viriles en el momento del coito. Cuando sentimos el dolor, lo describimos con las palabras mas censuradas y preciosas que llegan a la profundidad de nuestros espiritus indecisos. El dolor es el sentimiento mas genuino, cuando se siente, se llega al punto de la demencia y de la madurez. Y entonces las palabras resultan, la poesia toma su rol en la gran tragedia teatral.
La vida es bella cuando se sufre, por que hay drama y deleite. Por que en el sufrimiento hay miseria y tormentos. Cuando se sufre se padece y comprendemos lo que es la vulnerabilidad en la condicion humana. Nuestras carnes se infectan bajo tal epidemia que nuestras almas recurren al deseperado acto del suicidio...entonces la poesia nace, el escritor en nosotros invade nuestro dicernimiento. Cuando no hay melodrama en nuestras vidas, no hay lagrimas, ni memorias borrachas, ni el sollozo producido por exceso de licor.
Cuando sufrimos medimos la vida misma con las palabras mas rimadas, delicadas, asperas y oscuras, que puedieran haber sobreexistido y entonces...le dan vida a la poesia. Tenemos que ser miserables y llorar la mas triztes noches y derrochar el corazon hasta que quede en estado de descomposicion para que nazca el poeta en nosotros. Entonces...cuando la alegria llega se expresa, y aunque no prevalece en la memoria, predomina y cuando se vive en lamentos, renace esa poesia sufrida para recordar la felicidad y el placer que la vida nos prometio por un corto periodo de tiempo. Tenemos que ser miserables e infelices para edificar obras maestras.. hay que sufrir para ser poeta.
Santiago
Brooklyn, New York
Febrero, 2004
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